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Análisis de Jusant: escalando a lo ignoto

Aunque estamos en una temporada en la que la innovación y la originalidad en el planeta de los juegos para videoconsolas destaca porque no está, (solo hay que echar una ojeada a los nominados a GOTY 2023 para localizar solo secuelas y remakes), hay notables salvedades que nos hacen proseguir teniendo fe en los desarrolladores. Jusant, el nuevo juego de Don’t Nod, el estudio indie francés (ya no tan indie) responsable de la triunfante saga Life is Strange, es una de estas fantásticas salvedades. Un título que entra por los ojos con un apartado artístico estremecedor, que cuenta una enigmática historia que captura desde el comienzo y que, sobre todo, sorprende e crea por su primordial mecánica: la escalada.

Escalar, algo que hemos aprendido a hacer en muchos juegos para videoconsolas, es una cosa que por norma general se hace prácticamente totalmente solo, tal vez pulsando un botón o dejando apretado un gatillo. En el noventa y nueve% de los juegos, si deseamos que el personaje se encarame y trepe por alguna pared, toda vez que el juego deje esa mecánica, solo debemos pulsar un botón y el protagonista efectúa la animación pertinente y ya estamos arriba. Los autores de Jusant han repensado todo esto y han creado una mecánica considerablemente más compleja y entretenida para escalar, tanto que la han transformado en el núcleo de su videojuego. En Jusant sudaremos para llenar vías de escalada, jugando con los sujetes, las físicas, la gravedad y el cansancio del escalador. Todo tirando de gatillos y ciertos botones y teniendo en cuanta un buen número de variables. Dominar la escalada se vuelve una obsesión en este juego donde las contestaciones a su narrativa se hallan arriba, muy arriba.

Jusant, cuando baja la marea

La palabra francesa Jusant se emplea para delimitar al retroceso del agua del mar cuando baja la marea. Y una apocalíptica retirada de las aguas del mar es lo que debió suceder en el planeta en el que nos pone el juego tras su secuencia de comienzo. Manejamos a un chico, un enigmático viajante que cruza lo que semeja ser el lecho seco de un enorme océano. Arenas y corales fallecidos hasta donde alcanza la vista, aparte de viejas y estropeadas embarcaciones olvidadas bajo el sol. Mas en medio de esa nada se levanta una impresionante torre de piedra que llega hasta las nubes. Ese es nuestro objetivo y enseguida sabemos que solo tenemos una dirección: cara arriba.

Escalando en Jusant.

A partir de acá el juego nos anima a escalar para ir ganando altura por la gran torre de piedra, que cobija en su interior y en la superficie de sus aristas, una vieja aldea abandonada, cargada de bartulos y objetos de sus viejos habitantes. Mas para poder ir ganando altura hay que aprender a escalar y el juego enseguida nos enseña a manejar su especial mecánica.

Nuestro personaje cuenta con una cuerda, que ancla en la pared para iniciar cada tramo de escalada usando puntos de comienzo sencillamente distinguibles. Desde acá deberemos saber localizar los puntos de agarre donde nuestro protagonista agarrara sus manos para impulsarse e ir ganando altura. Acá utilizaremos los gatillos del mando, uno para cada brazo, que deberemos ir sosteniendo apretado (para sujetar un saliente) y soltar a fin de que suelte ese agarre. Así, de forma alternativa, apretando y soltando un gatillo y otro, nuestro personaje ira agarrándose con una mano y después la otra y ganando altura. Semeja una mecánica compleja, mas tras superar un par de tramos la vamos a haber dominado. Además de esto, es muy física, hasta táctil diría yo (aprovechando el retroceso de los gatillos de Xbox Series o PS5) y se siente muy natural y mecánica cuando llevamos un rato. Mas, claro está, no todo va a ser lanzar las manos y los brazos a los salientes para poder escalar.

El juego combina el control de las físicas de la escalada para poder avanzar por sus diferentes rompecabezas, que realmente son la manera de solucionar los diferentes tramos de ascensión. Así, aparte de poder sujetarnos con manos y pies podemos saltar para lograr el próximo saliente y colocar fijaciones a la roca cuando hayamos subido un buen recorrido. Esto minimizará la caída caso de que fallemos una unión e va a impedir que debamos regresar a reiterar una larga ascensión. Además de esto, podemos quedarnos colgados de una unión y soltar o recoger cuerda, lo que nos deja rapelar o quedarnos colgados en un punto y balancearnos, con aproximadamente cuerda, para lograr un saliente lejano. A esto hay que incorporar que el juego tiene un sistema de cansancio, con una barra que va reduciendo si no paramos de escalar sin reposo. Si la barra se agota nuestro personaje se soltará y vamos a caer hasta quedar colgando de la última fijación. Cuando vemos que la barra está en colorado, podemos hacer pequeñas paradas que nos dejarán recobrar algo el aliento, mas deberemos tener un plan para reposar ya antes de proseguir subiendo.

Nuestro protagoista en Jusant, y su misteriosa mascota.
Nuestro protagoista en Jusant, y su enigmática mascota.

Todos estos elementos van combinándose en tramos de ascensión poco a poco más complejos y que nos fuerzan a tirar de imaginación e ingenio para llenarlos. Y los niveles y escenarios, que agregan una increíble pluralidad de biomas y ambientes, nos van a ir agregando elementos que agregarán a su vez nuevas mecánicas que sumar a la escalada: fisuras verticales, plantas que podemos alentar y que medran para darnos nuevas vías y sujetes, zonas con sol que secan las plantas de apoyo y aceleran el cansancio de nuestro personaje, pequeños animales que escalan por la roca y que podemos emplear de puntos de agarre móviles, tirolinas, repisas, bichos lumínicos que nos rodean y hacen que nuestros saltos ganen varios metros… Los niveles van ganando en dificultad, mas asimismo en variedad y solucionar los tramos de ascensión se vuelve poco a poco más entretenido y eso que en un comienzo podía pensarse que esta labor podía ser muy repetitiva.

Una enigmática historia que se soluciona en la cima

La exploración es la actividad primordial de este juego que nos invita a buscar por entre los recovecos de la enrome aldea vertical abandonada dentro de la gigantesca torre de piedra. Hay que explorar, primero para descubrir las posibles vías para proseguir ascendiendo, mas sobre todo para desvelar el misterio de esa aldea que fue descuidada por sus habitantes. Las estancias y niveles están infestados de objetos abandonados y de notas, cartas y pergaminos que dejaron sus habitantes y que, tras descubrirlas, vamos a poder leer para ir entendiendo la historia del juego. Es verdad que se trata de mucha información escrita y que hay que leer mucho, lo que te saca de manera frecuente de la atmosfera que el juego consigue edificar, mas si tenemos suficiente paciencia, vamos a ir completando un rompecabezas que nos desvela una historia emocionante, con un final que solo vamos a poder finalizar de redactar en lo más alto de la torre.

Solo hay un camino en Jusant, hacia arriba.
Solo hay un camino en Jusant, cara arriba.

El juego cuenta con un apartado artístico pasmoso, con unos escenarios llenos de belleza y que presentan mucha pluralidad, pese a suceder todo a lo ancho, y sobre todo a lo alto, de la enorme torre. No hay ni una voz en el juego, ya que nuestro personaje no habla, pero la banda sonora y los efectos de sonido lo afirman todo en este juego que impresiona con su ambientación y la atmosfera de desolación y abandono que consigue edificar.

No te va a llevar más de 4 o cinco horas, si te lo tomas con mucha calma, llenar este juego, mas la experiencia merece mucho la pena. Su belleza, la profundidad de su enigmática historia y, sobre todo, su interesante mecánica de escalada, engancha. Cuando menos a mi me ha enganchado. Ha llegado un instante en el que buscar el próximo agarre, calcular la próxima vía de ascensión, se volvían una obsesión, y la resolución de la historia, el descubrir que había pasado en ese sitio, pasaban a un segundo plano. El juego ha logrado que solo me interesase llegar a la cima, que ese objetivo fuera la única meta. Una meta que, una vez conseguida, es formidablemente satisfactoria por si misma. Precisamente lo que sucede en la escalada en el planeta real.

Jusant está libre ya en PC, PS5 y Xbox Series X/S y en Xbox Game Pass.


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