Hogwarts Legacy festeja su reciente lanzamiento en Switch. Mas tampoco por lo alto, tras la mala nueva de verse fuera de todas y cada una de las nominaciones para los GOTY dos mil veintitres. Puesto que a pesar de ser uno de los grandes títulos del actual año para centenares de miles de usuarios, otros han sido los que le han comido la torrada.
Un dos mil veintitres lleno de secuelas directas que sí están nominadas a los The Game Awards, lo que invita a meditar sobre la industria… hasta el momento en que vemos el nivelazo que ofrecen. Juegazos que han hecho que, a pesar de la experiencia que supone Hogwarts Legacy, el título de Avalanche se haya quedado sin mención alguna.
¿Se merecía Hogwarts Legacy alguna nominación a los GOTY dos mil veintitres?
Todo fan de Harry Potter se siente dolido. No obstante alén de lo que nos mueve por la parte interior, hay que sacar el prisma de la objetividad para valorar lo ocurrido. ¿De veras está a la altura de juegos como Alan Wake 2, Marvel’s Spider-Man 2, Baldur’s Gate 3 o Tears of the Kingdom?
Lo es cierto que no. Siendo un buen juego, no tiene razonamientos narrativos para ser el juego del año. La recreación del castillo y los terrenos de Hogwarts son una absoluta insensatez, mas aun la mayor parte de misiones ocurren lejísimos de allá. Dando la sensación de estar desaprovechado y hacerse repetitivo con el paso de las horas. Y con el dolor que supone la ausencia del Quidditch y la lozanía que le hubiera aportado.
Sumado a la gran competencia encontrada, son motivos más que suficientes a fin de que no esté presente como aspirante a juego del año, ni tampoco a ninguna de las categoríDiarioEsportso al Mejor RPG. ¿Mas y en el resto nominaciones?
Aquí las creencias sí que se aproximan más. Que no esté presente a Mejor dirección artística o Mejor música y banda sonora es algo que sí se hace más bastante difícil de entender. Entonces se podría discutir si merece o no el premio, mas su ausencia total en los GOTY dos mil veintitres es una cosa que resalta. Si bien como en toda gala de premios, jamás llovizna a gusto de todos.
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